UNA SUSTITUCIÓN APRESURADA Y PEANAS MALDITAS
El mayor evento de Warhammer 40K por equipos del mundo ha quedado atrás y un servidor ha tenido la oportunidad de participar… ¡Por los pelos! Aunque a principios de año tenía la intención de participar en El GT de Talavera, El Retorno, mi falta de ejército pintado, equipo y partidas a mis espaldas me disuadieron de ello. No obstante pude hacer cierto seguimiento de lo que la gente del Cobrador del Waaagh!!! estaba preparando a través de sus propias redes y del seguimiento de grandes desarrolladores de contenido como Deep Games o La Voz de Horus. La cosa pintaba tan bien, y había tantos conocidos virtuales a los que poner cara, que decidí acudir aunque fuera a sacar fotos, echar una mano y beber unas birras.
Fue precisamente a través de Deep Games que vi mi primer conato de participación en el torneo. Uno de sus jugadores causó baja por motivos familiares y me ofrecieron cubrir el puesto aprovechando que ya tenía organizado mi viaje a Talavera. Afortunadamente, la situación se resolvió y el equipo pudo acudir con su alineación oficial. Sin embargo, el ansia Warhammera ya había hecho mella en mí. Sabiendo que empezaban a surgir bajas de última hora me ofrecí, si las circunstancias eran las adecuadas, a ser el sustituto de último recurso de varios equipos.
No sería hasta las 03:00 AM del propio viernes 29 que los cracks de Ordo Navarrorum me confirmarían que formaría parte de su equipo… ¡Con un ejército de Lanzas del Emperador! ¿Estudiar una lista nueva y un Index Astartes en una mañana? ¡Hecho! ¿Pintar un tecnomarine en 20 minutos? ¡Juego de niños! ¿Intentar asimilar las complejidades de un torneo de estas dimensiones? ¡A por ello! Para lo que nadie podría haberme preparado era para la prueba que supondrían las peanas de (no) mis Astartes.

El dueño del ejército, queriendo dar la apariencia de hielo a las bases de sus Lanzas del Emperador, había usado un polímero que sólo podría haber surgido del mismo Ojo del Terror. Las miniaturas se despegaban por la simple acción de moverlas para jugar y, lo que es peor, el pegamento no volvía a adherirlas. El uso de loctite daba, de hecho, un resultado mucho peor. De alguna forma la mezcla del pegamento con ese polímero del inframundo generaba una secreción que sólo puede compararse a baba de Lictor. Desesperados, recurrimos al bluetac. Nuestro enemigo era más fuerte que eso; el bluetac fue rechazado como fuego de rifle láser sobre el casco de un Land Raider. Así pues, al terminar el torneo, sólo nueve miniaturas permanecían en pie. Eran más de las que habría esperado.
un torneo magnífico y MUCHOS ENCUENTROS
Al margen de las circunstancias nada favorables de mi participación en el GT de Talavera, El Retorno, la sensación que tuve fue magnífica. Hay que estar allí para experimentar lo que es el reunir a tantos apasionados del hobby y toda la ilusión que se destila. Y es que, a mi entender, más allá de cuestiones competitivas, esa es la mayor virtud de este evento. Todas las personas con las que me encontré, a pesar de haber llegado allí en una situación tan poco idónea como la mía, se portaron con una deportividad admirable y contribuyeron a que la experiencia fuera memorable.
Pero no sólo habría encuentros con rivales. Por fin pude conocer en persona a muchos frik… entusiastas del hobby con los que llevaba tratando virtualmente desde hace meses. Saludar a los cracks de Deep Games, los ídolos de La Voz de Horus, las fieras Valkirias, los héroes de Triple Batallón o los archivistas de La Torre del Cuervo, junto a otros muchos jugadores de Warhammer cuya lista sería demasiado extensa para incluirla aquí, era en definitiva uno de los motivos que me habían llevado a Talavera.

No sólo me llevé la alegría de saludar a todos estos cracks. Conocí a nuevos jugadores con los que compartí unas buenas risas y algunas tiradas de dados. Gente con la que ya se ha lanzado el guante de encontrarnos de nuevo cuando yo tenga bajo mi mando a La Primera Legión y no a los pobres defensores del Velo de Elara.
No exagero al decir que estos encuentros fueron la parte más emocionante del torneo… ¡Y eso que unos Infiltradores se bajaron a un Portador de la Noche en fuego defensivo en mi segunda partida!
El círculo interior siempre vigila
Si todos los encuentros citados en el anterior bloque fueron una experiencia de lo más grata: ¿qué decir de poder compartir un torneo de estas características con mis hermanos de Catedral Oscura? No hay palabras. algunos no nos veíamos desde hace más de una década y hubieron abrazos, risas y alguna persecución de Caídos. Lo que es más, el Círculo Interior creció durante esos trepidantes días. Mirad siempre a derecha e izquierda cuando estéis en un torneo, pues uno de nosotros puede estar ahí.
Una de las cosas que hizo de este torneo una experiencia única fue esa extraña sensación de pertenencia a varios grupos, todos increíbles. Por un lado era parte de una comunidad mayor, con casi 700 jugadores presentes, unida por el amor a un hobby. Además estaban los siempre geniales miembros de Ordo Navarrorum, quienes me hicieron sentir parte del equipo desde un principio. Y por último, pero no menos importante, estaba la comunidad de Ángeles Oscuros, rivales por equipo pero hermanos por la Legión.

¡Skovakarah uhl zarûn!
Vamos allá con la chicha de las partidas:
No sorprenderá a nadie que mi actuación como Defensor del Velo de Elara fuera mejorable dada la poca preparación que tuve con mi lista (una tridread bastante atípica) con un capítulo que, a mi entender, es un quiero y no puedo de los Lobos Espaciales o los Ángeles Sangrientos.
-Primera partida contra Necrones. 18-02 en mi contra.
No hay mucho que comentar. Fue mi primera partida con la lista y el ejército. Tuve bastantes fallos de novato y apenas supe cómo reaccionar ante el avance del Rey Silente. Al menos me sirvió para aprender algunas bases.
-Segunda partida contra Necrones. 12-08 en mi contra.
Mucho mejor jugada. El Portador de la Noche me hizo algún destrozo pero supe mantenerme. Si se hubiera jugado el quinto turno, tal vez habría arrancado una victoria a mi rival, pero no hubo tiempo.
-Tercera partida contra Tau. 0-20 a mi favor.
Se ve que el ansia pudo con los Adeptus Baelari que se lanzaron a por todas contra los Xeno. Carga en el turno 1 gracias a la infiltración y al bloqueo de líneas de visión. Además mi rival tuvo una de las peores rachas de suerte que he podido observar. Poco más que contar.
-Cuarta partida contra Guardia de la Muerte. 20-0 en mi contra.
Lo único bueno que tiene que tu rival te fría a mortales volkiteras en turno 1, te exploten los vehículos y se lleven por delante a todos los personajes es que tienes mucho tiempo para ir a beber cerveza.
-Quinta partida contra Admech. 20-0 en mi contra.
Esta partida fue como estar atado a la vía del tren y ver cómo se acerca la locomotora. No había mucho que hacer, así que jugué la épica de limpiar la mitad de la mesa de odiosos Skitarii y, al menos, se cumplió ese objetivo.
-Sexta partida contra Marines Espaciales del Caos. 12-08 en mi contra.
Una lista romántica de 8ª edición (con dos volkites, eso sí) ante la que no supe jugar debido a lo extraño que es verlas en esta edición. Me agarré a la mesa cuando todo parecía perdido y casi logro un empate pese a que me asolaron.
-Séptima partida contra Astra Militarum. 09-11 a mi favor.
El Martillo del Emperador empezó golpeando con fuerza pero la contracarga heroica de mis Astartes dio la vuelta a la partida. Por este entonces sólo quedaban nueve Lanzas del Emperador sobre sus peanas. Un diez a mi rival por su comprensión al respecto.
Así pues cinco derrotas y dos victorias. Un resultado que no me desagrada teniendo en cuenta que no tenía ni idea de qué hacía ni cómo explotar los puntos fuertes de mi lista. No volvía casa descontento en absoluto.

RUMOROLOGíA TALAVERANA, OCtóPODOS DISFORMES y nostálgicos del 36
Dejo casi para el final el tema de la polémica porque creo que debería ser el menos importante. Es una constante en este país que cuando alguien logra que algo destaque se convierte en objeto de ataques casi de inmediato. Creo que sería sensato que todos reflexionáramos y pensáramos si nosotros habríamos sido capaces de hacer lo que El Cobrador del Waaagh!!! ha conseguido en el GT de Talavera. Deberíamos preguntarnos si debemos sentir, aunque sea lejanamente, cierto orgullo al saber que el mayor torneo por equipos del mundo de Warhammer 40k se celebra en España; si consideramos justo el arrollar con críticas a unas personas cuyos esfuerzos no alcanzamos a comprender porque jamás hemos afrontado un reto como el suyo.
Por supuesto, el evento ha tenido sus sombras.
Tal vez la decisión de no aceptar recast pudiera ser cuestionada a nivel organizativo, pero una vez te inscribes en el torneo aceptas esa regla y actuar en contra de la misma es simple y llanamente hacer trampas. Clamar contra las medidas tomadas con los equipos que acudieron al torneo con miniaturas ilegales, es como si un ladrón al que han pillado con la mano en cartera ajena se queja de la opresión policial.
También hubo problemas logísticos. La planta inferior apenas tenía luz por problemas eléctricos, hubo goteras y sufrimos ataques arácnidos. Tuvimos que esperar bajo una lluvia torrencial en un porche techado. La comida podría haber sido más sabrosa… Todos fallos comprensibles y admitidos por una organización, a veces desbordada, que ha admitido estas situaciones y ha hecho propósito de enmienda para que no se repitan.

Queda la siempre peliaguda cuestión del comportamiento de los jugadores: algo que no está en absoluto bajo el control de la organización y que ocurre, de hecho, a su pesar. En primer lugar creo que todos somos mayorcitos y deberíamos dar ejemplo de deportividad y buen hacer dentro y fuera de los eventos competitivos. Nadie debería depender de la supervisión de un “policía del guarjamer” para actuar como un ser humano decente. Una vez dicho esto, quiero destacar otra vez que la inmensa mayoría de la gente que estuvo en Talavera mantuvo un comportamiento ejemplar, pero los más notorios son siempre los peores. Si no vas a Talavera (o cualquier otro evento) con la intención de pasarlo bien y contribuir a que otros también lo hagan, a lo mejor estarías mejor en tu casa.
CONCLUISONES
Como habréis podido leer, no ha habido tiempo para al aburrimiento. Ha sido un fin de semana frenético, lleno de alegrías y de momentazos que para nada corresponden a la visión que simultáneamente parecía extenderse por las redes. Pese a todas las dificultades, pese a las peanas malditas, pese a las prisas y el agotamiento, repetiría sin dudarlo. Hay un momento, cuando estás volviendo a casa, en que crees que vas a querer guardar las minis y no verlas en semanas. Pero el efecto resulta ser el contrario. En cuanto te repones y te das cuenta de la tremenda experiencia que has vivido, tus ganas de Warhammear vuelven de forma renovada. Sin duda, querré repetir el año que viene.
No quiero finalizar este artículo sin agradecer a todos los que compartieron un rato conmigo este fin de semana, a los héroes de Ordo Navarrorum que me hicieron sentir siempre como uno más y a la organización del Cobrador del Waaagh!!! cuyo esfuerzo titánico (¿o será gargantuesco?) hizo todo posible. ¡Nos veremos, si el Emperador quiere, el año que viene!
Hubiera sido genial saludarte allí. Por varias razones:
-Tenía ganas de conocer al valiente que fue con Lanzas del Emperador. Mi hermano me acababa de regalar la novela y me encanta el trasfondo de esos “””Lobos espaciales celtas”””” que aparentemente descienden de Guilliman. Su trasfondo me parece brutal.
– Con el curro que te pegas y cómo nos cuentas las historias de la Primera Legión, tenía muchas ganas de ponerte cara, enseñarte mis Ángeles y que les dieras tu bendición (o no, porque metí a Lazarus en lista….)
Aunque no ayudé a los resultados de mi equipo, Pucela, era mi primer torneo y me lo pasé brutal. Tuve la suerte de que todos mis rivales fueron tremendos y aún en las palizas te lo pasas pipa
Fue toda una experiencia jugar con los Adeptus Baelari, pero debo decir que donde estén mis Ángeles oscuros, que se quiten los descendientes de las “legiones menores” 😉